¿Porqué nos equivocaremos tanto? Tú me engañas con tu sonrisa y yo te sigo con mi inocencia. Me advierten, me repiten que no me acerque. Y entonces juego a ese juego llamado orgullo. Una de cal y otra de arena. Pero siempre en el fondo deseo que piques y vengas a buscarme. ¿Y qué hago yo? Ir volando hacia ti como los insectos a la luz. Y sigues llenándome algunos días de sol y otros días de lluvia pero… sinceramente solo quiero ver como brilla ese sol algunas veces.
Quien juega con fuego termina por quemarse.
Yo solo quiero probar...
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